Discurso de Aniversario del Gobierno Provincial del Azuay



Discurso de Aniversario del Gobierno Provincial del Azuay


Señoras y señores:


Al conmemorarse hoy los ochenta años de la creación republicana del Consejo Provincial del Azuay, no podemos olvidar que los orígenes de esta institución se remontan a junio de 1824- hace 85 años-, cuando el Senado y la Cámara de representantes de la Gran Colombia, expidieron la Ley de División territorial de la República de Colombia, que creaba los Departamentos de Azuay, Guayas y Quito.
La trayectoria de los consejos provinciales ecuatorianos está inmersa en episodios que por repetidas veces determinaron su debilitamiento y aún si extinción momentánea, fruto de la tradición centralista de los gobiernos, celosos de conceder atribuciones legales, peor recursos, a organismos que supuestamente aminoraban su poder político y económico.


Por ello, la supervivencia de estas instituciones ha significado la respuesta de los pueblos alejados del gobierno central, para buscar la solución a sus necesidades, el cumplimiento de sus aspiraciones y la defensa de su identidad, afrontando con dignidad la generalmente injusta distribución oficial de la riqueza. Los Consejos Provinciales, por ello, son instituciones emblemáticas que encarnan la idiosincrasia y la personalidad de los pueblos que se esfuerzan por labrarse su destino, desarrollar su cultura y emprender su desarrollo material y del espíritu.


La historia del Consejo Provincial del Azuay aún no ha sido escrita, pero celebraciones como la presente son la oportunidad para evocar hitos que a lo largo del tiempo han ido estructurando la realidad geográfica, social y económica que ha consolidado la imagen de una provincia robusta en lo jurídico y administrativo, respetable es en concierto nacional, progresista, orgullosa de su pasado, de su cultura, capaz de emprender en el mejoramiento incesante de las condiciones de vida de quienes en ella habitamos.


El 25 de noviembre de 1929, el Gobernador, Miguel Heredia Crespo, posesionó a los primeros Consejeros del Azuay, que inmediatamente nominaron a Emiliano J. Crespo como primer presidente del renaciente organismo provincial. Renaciente, porque ya el 10 de enero de 1861- para referirnos a la época republicana- la Asamblea Nacional Constituyente presidida por Juan José Flores, dictaminó que “Habrá consejos provinciales, cantonales y parroquiales y la ley determinará sus atribuciones en todo lo concerniente a sus funciones.” En 1878, gobierno de Ignacio de Veintimilla, La carta Política aprobó que “para la administración de los intereses seccionales habrá cámaras provinciales en los lugares que determina la ley”. Esta decisión fue abolida por la Asamblea Constituyente de 1884, que adjudicó estas responsabilidades seccionales a las municipalidades. Y así llegamos al 25 de noviembre de 1929, del que conmemoramos hoy los ochenta años, pues es el referente histórico que marca el funcionamiento real de las instituciones provinciales, respaldadas en la democrática decisión de los electorales.


Desde entonces, El Consejo Provincial del Azuay ha sido la institución encargada de planificar y ejecutar el desarrollo de cada una de las poblaciones de su jurisdicción. La entidad protectora de los anhelos e intereses de sus habitantes, empeñada en promover su superación material y cultural, ejecutando obras básicas de servicio público con énfasis especial en el ámbito rural. En un país en el que un mal endémico del ejercicio gubernamental había sido el centralismo y la inequidad en la repartición de los recursos públicos, fácil es colegir cuál habría sido la realidad actual de la provincia, de no ser por la acción de este organismo en las últimas décadas.


Con el tiempo y la experiencia el Gobierno Provincial del Azuay-éste es el nombre que ha asumido desde hace pocos años-, es una institución que lidera iniciativas emprendedoras con una visión que abarca horizontes que cubren las mayores demandas de los cantones, parroquias y caseríos de la provincia, donde su presencia se ha tornado necesaria e imprescindible, especialmente en los ámbitos de la vialidad, la salud, la educación. La salubridad y también la cultura.


Agradezco al señor Prefecto Paúl Carrasco Carpio por el honor que me ha concedido para intervenir en esta ceremonia de conmemoración del Gobierno Provincial. Es la oportunidad que se me presenta para reiterar, en nombre del gobierno de la Revolución Ciudadana, que esta prestigiosa institución tiene todo el respaldo de la función ejecutiva para llevar adelante los proyectos en beneficio de nuestra provincia, pues somos testigos de la vocación de servicio que les caracteriza a Usted y a los integrantes de la Cámara, así como de la capacidad profesional de los funcionarios y técnicos que aquí laboran.


Vivimos, felizmente, tiempos en los cuales el Azuay, como todas las provincias de la Patria, ya no están distantes del Gobierno Central, pues ciudadanos de mente y voluntad abiertas lideran el destino del Ecuador en esta década inicial del siglo XXI que parece marcado por el signo de una nueva época en la historia y en el futuro nacionales. Ya quedaron definitivamente en el pasado conductas y personajes que, contradiciendo un sabio refrán popular, demostraron que en nuestro país sí hubo males que duraron más de cien años. Los ecuatorianos de hoy somos distintos y por eso en forma pacífica y democrática estamos inmersos en un proceso irreversible de cambio, sustentado en la justicia, la libertad, la solidaridad, el derecho y la aspiración del buen vivir para todas y todos los compatriotas.


Sería injusto, sin embargo, desconocer los atributos de compatriotas que a lo largo de la historia dieron aportes positivos al progreso provincial y nacional y gracias a los cuales, precisamente, se han consolidado instituciones como la que hoy recibe nuestro homenaje y merecen ser ejemplo de servicio a las comunidades.


La actual conmemoración del Gobierno Provincial del Azuay coincide con la presencia de ciudadanos de una nueva generación frente a las más importantes responsabilidades públicas de Cuenca y la Provincia. Es el reto que tenemos, señor Prefecto y señores Consejeros, ante el pueblo y la historia, para cambiar rumbos y sustituir los vicios por virtudes, la inercia por entusiasmo y laboriosidad, la ineficiencia por trabajo y solidaridad, conscientes de que quien nos manda y nos ordena es el pueblo, frente al cual no tenemos privilegios, sino obligaciones de servicio.


Tengan la seguridad, señor Prefecto y señores miembros del Gobierno Provincial, que estamos satisfechos de ser con Ustedes integrantes de un equipo de trabajo sólido para emprender en acciones que nos lleven a hacer realidad las más ambicionadas metas de desarrollo integral de nuestra provincia. Coincidimos totalmente con el deseo de trabajar por el mejoramiento de la calidad de vida de los azuayos, con la necesidad de ejecutar las obras con las que hace mucho los gobernantes anteriores debieron hacer justicia al Azuay en materia de vialidad, salud, educación, agricultura y fortalecimiento de los valores culturales.


Compartimos, además, la voluntad de sumar esfuerzos con autoridades y organismos seccionales de la región, para impulsar juntos los proyectos a través de los cuales, por sobre todos los mezquinos linderos provinciales, nos identificamos en necesidades y aspiraciones, en afinidades históricas, culturales y humana, que nos unen en mancomunidades capaces de trabajar y vivir bajo la inspiración tutelar de una misma patria.


Los nuevos tiempos y la voluntad del Gobierno al que me honro en representar en mi provincia, imponen que las autoridades seccionales y las del Ejecutivo sumemos esfuerzos, compartamos iniciativas, coordinemos el mejor aprovechamiento de los recursos humanos y materiales, para construir una nueva historia en el servicio a la sociedad. Quedaron atrás los protagonismos individualistas que forjaron ídolos y monumentos a la vanidad, muchos de los cuales pasaron a la historia sin más que promocionar sus propios nombres.


Permítanme terminar mi intervención expresando el saludo cívico y patriótico del Gobierno Nacional al Gobierno Provincial del Azuay, en la persona del Prefecto, en las de los señores Consejeros y de los funcionarios y trabajadores que en él laboran. Que esta fecha octogenaria nos invite a reflexionar sobre nuestras responsabilidades frente a la institución y la provincia, y a la vez ilumine a todos para comprometernos a ser más eficientes y positivos en el futuro, orgullosos de ser hijos de una provincia en la que el encanto del paisaje se conjuga con valores históricos y humanos que son testimonios de cultura, de tradición, de afecto y patriotismo.


Cuenca, noviembre 25 de 2009.

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